viernes, 27 de enero de 2012

Ya ai Gurú u de ei va Ommmmmmmmmm

No fue ese el mantra que me enseñaron en la Gran Fraternidad Universal, (jajajaja, suena como a Pare de Sufrir), de hecho el mantra que recitaba por la mañana era algo así como “om ma ni pad me jum” era algo asi como belleza, gracia, sabiduría…. Justo lo que necesitaba en ese momento.

Fue una etapa de mi vida entre el caos de la inmadurez de los 20 años y el caos de la inmadurez de los 21 años… las cosas no cambiaron para mi, por lo menos en ese momento, llegué al ashram, con el propósito de encontrar la iluminación, lo único que quería era ser menos darketa.

El mayor acercamiento que he tenido a esta cultura ha sido escuchar a George  Harrison tocar la cítara… y los documentales del Nat Geo.

La razón real que me impulsó a acudir al ashram ocurrió en el siglo pasado, en 1994, para ser exacta en el mes de octubre. Estaba de gira con el coro de Niños Cantores de Guanajuato, y nuestra próxima presentación era en el rancho, perdón, municipio de Tarimoro. En mi vida había pisado ese pueblo, ni tampoco Salvatierra, donde nos habíamos presentado ese día por la mañana. Total que terminando las presentaciones del coro, nos dieron hospedaje el en Ashram Gran Fraternidad Universal. Éramos un grupo de niños inquietos que andaba, literalmente,  de gira artística por el estado de Guanajuato.

En ese momento, cuando fui por vez primera, no buscaba la iluminación, (ya estaba suficientemente iluminada) pero algo en ese lugar me llamó la atención. No fue el jardín zen, ni el pozole de soya,  ni la ropa hippie que usaban, ni las hierbas raras que cultivaban, fue un libro que me robé, digo, que me encontré mientras andaba curioseando en un salón de meditación: el librito azul. Lo leí y lo olvidé, pensando que era una jalada. Ocho años después, lo encontré entre las cosas que dejé en la casa de mis papás, y me enfoqué en la satisfacción de dos necesidades: mi necesidad de iluminación (o la necesidad de dejar de vestirme de negro porque hacía calor), y mi deseo de lograr la belleza, gracia y sabiduría, y esos motivos me llevaron nuevamente al Ashram.

En mi trabajo junté los quince días de vacaciones de verano, mas los quince días de semana santa que no había tomado ese año, y en la escuela programaron extraordinariamente 22 días de vacaciones, así que una semana de faltas no me haría daño, Víctor tenía ya tres meses en EEUU y no se veía para cuando regresara. Lo que mas me dolía era que iba a pagar renta de ese mes mientras estuviera en Tarimoro. Así que me las arreglé con una chica de la universidad para que convirtiera mi santa morada en una casa de citas para las parejas desamparadas que anduvieran en busca de algo más decente que un motel.

En el viaje de camino al Ashram, me imaginé danzando en medio de un campo de flores, escuchando cítaras, fumando mota, con un bindi en la frente y un mehndi de henna en las manos… no pensé que estaría tan lejos de la realidad, las reglas son: no se permite el uso de drogas, ni siquiera fumar, la hora de levantarse es a las 4:30 am, no se come carne, se debe hacer sheva dos veces al día, participar en todas las meditaciones y en el hatta yoga.

No hay tele, no hay radio, no hay teléfonos, mucho menos Internet, estoy aislada del mundo, solo seremos mis pensamientos y yo… que miedo.

En mi primer día me asignaron una habitación que afortunadamente no tuve que compartir con nadie, la decoración era minimalista, y no porque estuviera muy de moda, era porque la onda de la austeridad era parte del camino al reencuentro con uno mismo.

Me instruyeron en los “usos y costumbres”: meditación por la mañana y repetir mantras… no creo que sea difícil, a ver, que mas???

Horario: suena una campana a las 4:30 de la mañana, a las 4:45 estar en el salón principal y hacer yoga antes de las oraciones diarias; 6 am ir a preparar el desayuno, 7 am desayuno, 8 am inicio de la Sheva, 12 pm yoga y meditación. 14 hrs comida, 15 hrs sheva vespertino, 17 hrs taller 19 hrs cena. 20 hrs, se apagan las luces.

Sheva: labor comunitaria en beneficio del ashram, mantenimiento a las instalaciones, o para cualquier mortal: hacer el “quiacer”: tengo que limpiar, o lavar platos, o cualquier otra cosa que me pongan a hacer… estoy pagando $50 diarios… para venir a limpiar??? … a ver, tengo alojamiento, comida, agua limpia, por cincuenta varos diarios: creo que es un trato justo, $50 diarios para encontrar la iluminación.

Y de comer?

Alimentación: hierbas, cereales sin condimento (altera la sexualidad, según sus nervios), agua de pozo y adiós a la carne… ok, puedo soportarlo, además así estaré purificando mi cuerpo y mi alma, según dicen.

Taller: implica conocimiento teórico y practico, desde las enseñanzas de los maestros iluminados hasta la astronomía (no confundir con astrología), pasando por la metafísica, agricultura, danza y taller de manualidades los días viernes.

Yoga: posiciones corporales que me ayudarán a alinear mis chacras y canalizar la energía… suena bien.

Los primeros cuatro días son novedosos, todo es inquietante y me motivo a aprender, a cambiar mis hábitos y volverme una persona más consciente en la búsqueda de la iluminación.

Cierro los ojos por la noche, los abro y ya escucho una campana, parece un parpadeo, no estoy acostumbrada a dormirme a las 8 de la noche, así que me doy vueltas en la cama hasta pasadas las doce, luego cierro los ojos, los abro y ya es hora de levantarse.

He experimentado cólicos estomacales, según porque me estoy desintoxicando de toda la comida chatarra que he consumido a lo largo de mi vida, de la cerveza, la coca cola y otras cosas que saben tan rico. Mi estomago vive en penitencia en estos momentos, y según sé, no esta muy de acuerdo.

Día cinco 4:30 a.m. inicio del día: hatta yoga y el “saludo al sol”…  por favor!!! son las cuatro y media de la mañana, el pinche sol todavía está dormido, ¿Cómo quieren que lo saludemos?

La filosofía de la obediencia es algo que se practica en el Ashram:, me costó trabajo obedecer, y mas porque yo era una irreverente valemadres. (era??)

Dia 10: por fin logré la posición yoga de las rodillas hacia atrás, ahora sentada en flor de loto para rezar en sánscrito; a media mañana comer verdura y tomar infusiones de hierbas… insisto en que hubiera sido mas provechoso fumarlas.

 Todos los días recitaba mantras en sánscrito, no entendía el significado de lo que estaba diciendo, era como washushear una canción en inglés, con la esperanza de que el significado no fuera una mentada de madre.

Día 15 o 16… no me acuerdo, sin relojes ni calendarios, ni horarios de televisión he perdido la noción del tiempo…

Dr. Reimond Paul de la Ferrere, algo así, ya ni me acuerdo como se llamaba el Gurú, era francés, para acabarla!! El gurú a quien le cantábamos en sánscrito todas las mañanas era francés!!!!, y yo que esperaba que por lo menos se llamara, no sé, tal vez  Raj Kootrappali.

Cierro los ojos, ok ok , oooommmmmmm, oooommmmmmm, oooommmmmmm Ya!!! , creo que ya. Ya, por fin, no estoy pensando en nada, mi mente está en blanco…. No estoy pensando en nada, lo he logrado!!! ¿no estoy pensando en nada? Y ese “no estoy pensando en nada” ¿acaso no es un pensamiento? Oh shit!. Meditación, poner la mente en blanco… están locos, no puedo hacer eso, todo el tiempo estoy pensando, soy un ser racional, no un insecto.

Hora de la comida… que decepción, cuando me siento triste, desconsolada o con hambre, me gusta comer, y espero con ansia la hora, pero aquí eso no sucede, y es porque sencillamente, comer es un acto de incorporar nutrientes al cuerpo, no es una orgía de sabores y texturas, lo peor es que hay un enorme letrero en el comedor que dice: “por respeto a la gente que no tiene nada que comer, no se permite dejar sobras en el plato”. Si la gente que no tiene nada que comer viniera aquí… preferiría no comer, sencillamente esto sabe horrible.

Había gente que comía gustosa su pastura de avena con agua tibia…después llegué a la conclusión de que sus papilas gustativas habían dejado de funcionar.

Tardo mucho para conciliar el sueño, no estoy acostumbrada a dormir tan temprano, además no hay televisión que me haga compañía, me la paso pensando y eso me esta afectando severamente, ya he llegado a la conclusión de que era mas feliz antes de venir a este lugar.

Dia 22: Amanece, y maldigo la oscuridad de la madrugada… las únicas veces que he experimentado estar despierta a las 4:30 de la mañana es porque la fiesta de la noche anterior se prolongó y sigo en tremendo estado de alcoholemia.

Comida: las comida sabe tan feo que he decidido ayunar, con el pretexto de encontrar la iluminación a través del sacrificio…

Yoga: al principio imaginaba qué  tipo de provecho insano podría obtener de la práctica de las posiciones para ejercitar… en estos momentos me duelen todos los músculos del cuerpo, inclusive los que ni siquiera tenía idea de que existieran, no pienso obtener ningún provecho de la práctica de posiciones extravagantes… la cara de dolor que hago al doblar mis rodillas y acomodarlas atrás de la espalda  desalentaría a Victor.

Sheva: mis manos ya tienen callos. Desde que comencé a vivir sola preferí delegar las funciones de limpieza en mi hogar, y dejar esas actividades en manos de la Señora Pachita, quien me visitaba tres veces por semana, por lo tanto, estaba desacostumbrada a lavar trastes, arrancar maleza y barrer los patios… bueno, a decir verdad nunca me acostumbré, ya que viviendo con mis papás no levantaba ni un popote. (sí, lo reconozco, mi mamá me lavaba los calzones todavía cuando me fui de su casa… y que??)

Según la creencia del Ashram (la cual no compartía), la Sheva, es decir, el hacer “quiacer”, provoca un estado anímico de iluminación que permite reencontrarse con los pensamientos interiores, ya que al efectuarse  en silencio, implica un proceso de reflexión interna…. Mis huevos!!!! Lo que buscan es ahorrarse una lana en mantenimiento de las instalaciones. Hubiera preferido pagar $50 varos más para que me dispensaran de empolvarme, enlodarme y volver mis manos callosas y ásperas… tendré que pagar lo del Spa para recuperarme después de esto.

Y el Pozole de Soya?? Yo recuerdo en mi primera visita haber probado un pozole hecho con soya en vez de carne y estaba delicioso… que onda con eso?? Pues resulta que solo lo cocinan para los visitantes, no para los habitantes, y en ese momento, yo estaba en calidad de habitante, pero de habitante de hospital psiquiátrico, porque estaba a punto de la locura.

Hace casi un mes que no pruebo un chocolate, he bajado como 6 kilos, he sentido depresión, mi vida es cada vez mas oscura… donde #”$#&% está la iluminación???

En ese punto, el mantra en sánscrito que recitaba todas las mañanas pasó de “belleza – gracia - sabiduría” a no tan fea, no tan desgraciada, y no tan tonta.

Horario miserable: suena una puta campana a las 4:30 de la mañana, (he pensado seriamente en cortar son una segueta el soporte de bronce y dejar la campana entre la maleza, o dársela a Bart Simpson para que la ponga a un lado de la cabeza de Jeremías Springfield).  A las 4:45 colocar explosivos en el salón principal y detonar al hacer yoga antes de las oraciones diarias; 6 am ir a preparar el desayuno, con sus respectivas dosis de comino y pimienta, para estimularles las hormonas que no saben que existen. 7 am desayuno: yo iré al paradero de la carretera por unas gorditas de chicharrón con rajas y harta salsa verde, 8 am dejar de hacer Sheva y coseguirnos una televisión, 12 pm yoga y meditación, pero por el Discovery channel. 14 hrs comida, encargaremos unas pizzas, 15 hrs sheva vespertino, que será cambiado por una sesión de spa, 17 hrs taller que se elimina para disfrutar otro rato del spa 19 hrs cena, otra vez encargaré pizzas. 20 hrs, se apagan las luces y me alistaré para irme de antro. Jajajaja, siii, como no, y mi nieve???
Ay ya! Me cansé, me cansé de levantarme de madrugada, me cansé de comer puras yerbas, me cansé de lavar platos y arrancar maleza, me cansé de intentar poner la mente en blanco. He comprendido que no encontraré el Nirvana en este lugar, ni en otro lugar del mundo, porque Kurt Cobain ya se murió.

Moraleja:  ya ai guru deiva ommmm….nothing´s gonna change my World.

2 comentarios:

  1. Según la creencia del Ashram (la cual no compartía), la Sheva, es decir, el hacer “quiacer”, provoca un estado anímico de iluminación que permite reencontrarse con los pensamientos interiores, ya que al efectuarse en silencio, implica un proceso de reflexión interna…. Mis huevos!!!!


    ja, todo iba muy filosófico y terminas con huevos, que cagado...

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  2. ¿Por qué será que todos, todos, todos, los líderes religiosos (cristianos y musulmanes incluidos) insisten tanto en la OBEDIENCIA y la SUMISIÓN?

    ¿Por qué todas las religiones intentan a como dé lugar que perdamos nuestra individualidad?


    Bien parece que lo que buscan es el poder a través de siervos alienados.


    DDiderot

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