jueves, 30 de agosto de 2012

You can´t always get what you want...


No siempre puedes obtener lo que quieres… pero si tratas algunas veces obtienes lo que necesitas.

 
Sí, ya sé que le pirateé la frase a Mick Jagger, y estas dos últimas semanas estuve pensando (sí, estuve dos semanas pensando, por increíble que parezca), en las cosas que he querido y no he podido tener, y en lo que he obtenido a cambio.

 
Tuve experiencias gratas y sorprendentes. Pasé por situaciones que nunca fueron perfectas y me incomodaron en algún momento. Sin embargo obtuve muy buenas cosas de esas experiencias. Y algo que me quedó claro es que ante las carencias debo improvisar, hay algunos sucesos ya las platiqué en posts anteriores:

 
Siempre quise que el chico “circuito exterior” fuera mi novio, sin embargo me quedé con su clon pirata región 4. Estuve con el clon por muchos años y en mi resignación aprendí que un hombre puede ser menso y lindo al mismo tiempo, más menso que lindo, pero lindo a final de cuentas. Espero que por su bien se le haya quitado lo menso, y si no se le quitó, pues que por lo menos siga conservando lo lindo.

 

Quise ser libre y vivir fuera del yugo de mis padres, y la situación se tornó caótica y sumamente depresiva, sin embargo, algo que puedo rescatar del asunto es que aprendí muchas cosas que trae consigo el “volverse independiente”, no estoy hablando de la responsabilidad y la supervivencia, no, eso aún estoy tratando de aprenderlo. Yo me refiero a que aprendí cosas que en casa de mis papás no hacía porque mi mamá siempre lo hizo todo por mi: prender el calentador, lavar la ropa, lavar los trastes, limpiar la casa, cambiar focos fundidos, planchar (la ropa, lo otro ya lo sabía) y hacer de comer.

 

Quiero mucho, mucho, mucho, mucho a Goyo, lo tuve un corto tiempo, luego su dueño pasó por él, después me lo “volvió a prestar”, y un día finalmente su dueño llegó a mi casa, tuvimos un cotorreo, me puso peda y se lo llevó. No tengo nada en contra de que haya llegado a mi casa, ni que hayamos cotorreado un rato, y mucho menos me molesta que me haya puesto peda, lo único que me dolió fue que se llevó a Goyo y ya no me volvió a hablar. Así es: antes le mandaba mensajes a Goyo, y me contestaba guau guau guau, ahora ya ni me contesta los mensajes, supongo que su dueño le cortó las uñas o de plano le castigó el nextel.

 

Que Goyo se haya ido dejó un espacio vacío en mi corazón y en mi patio. Sin embargo, de no haberse ido Goyo, ese espacio no hubiera podido ser llenado con mi nuevo amorsh: Ruperto Delgado. Así es, mi amorcito Rupertito, a quien llamo “Tito” de cariño, y ha pasado a ser parte de la familia, porque tengo a mi Hija Emmy y a mi Hijo tito.

 

Gracias a Mi La Re Sol, ahora tengo a Tito en mi vida.

 

Hablando de hijos,  yo juraba que nunca de los nuncas, jamás de los jamases me iba a embarazar y resulta que aunque yo estaba tomando pastillas anticonceptivas, mi hija vino al mundo como por obra del mismísimo Jesús. Sí: del mismísimo Jesuspisto, que así es como apodan a La Vaca.

 

Jesuspisto “La Vaca” Paez y Aöede “Memé” Paez.

 

Tener una hija me ha dejado muchas satisfacciones, y me ha enseñado muchas cosas. Nunca pensé en llegar a querer a alguien con todo mi corazón, lo que siento por ella es la prueba de que en algún oscuro rincón de mi ser existe un corazoncito capaz de amar, por insólito que parezca. Bueno, hay quienes me dicen que resignadamente lo más conveniente es amarla, porque es más fácil que regresarla por donde vino.

 

Hace algunos meses pelee con uñas y dientes por una vacante, corrijo, por una jugosa vacante en el área de capacitación de una re-conocida firma de outsourcing de  administración de personal. De haber conseguido ese puesto habría salido de pobre en menos de un año. Me desinflé como globo cuando me avisaron que después de numerosas pruebas psicométricas, (las cuales determinaron que no estoy loca), y después de varias entrevistas con los tres individuos que serían mis jefes, no quedé seleccionada. Pero me desinflé todavía más cuando descubrí que habían escogido para el puesto a… la más nalgona. Todo el malestar desapareció cuando supe que tanto a la nalgona como al despacho los desaparecieron del mapa en menos de un mes… así es, todo era una estrategia de mercado para que fueran contratados por una conocida compañía que se vino a manufacturar al puerto interior, y como el outsourcing no fue seleccionado como proveedor de confianza, pues tuvieron que mandar a la burguer a todo el personal recién contratado, incluyendo a la nalgona. En este punto, agradecí no haberme movido de mi “mediocre” puesto de Inhumana Jefa de Recursos, o Jefa de Recursos Inhumanos que pa´l caso es lo mismo.

 

La frustración es parte del proceso normal de crecimiento y aprendizaje. Si nunca has sentido frustración te explicaré que se siente como un hueco en el estómago que carcome el alma y crea un vacío. Con esta explicación podría decir que la frustración es la gastritis del alma. Éste dolor que deja la frustración,  solo puede ser aliviado tomando venganza o tomando alcohol… con esta explicación, podría decir que el alcohol es el melox del alma.

 

Sin embargo, en el proceso normal de convertirse en un adulto, ese sentimiento de frustración que se siente como fracaso, infortunio, pérdida o desgracia,(lo cual no es nada agradable), se maneja de una forma madura para llegar a convertirlo en una motivación que impulse al logro de una meta, que puede ser superar la razón del evento frustrante.

 

Cuando yo todavía no llegaba al proceso adulto de maduración, hacía  berrinche. Bueno, la verdad es que todavía no llego al proceso adulto de maduración, y no me importa. Pero como ya no hago berrniche llorando y pataleando, solamente me resigno, y con esta explicación podría decir que la resignación es el Genoprazol del alma.

 

¿Tengo lo que necesito? Podría decir que sí. Creo en este momento que todo lo que tengo, lo tengo bien merecido, tanto lo bueno como lo no tan bueno,  pero también sé que podría tener más cosas buenas si tan solo me esforzara un poco más.

 

Pero como eso del esfuerzo últimamente no se me da, pues no me queda de otra más que sentirme tranquila y satisfecha. Ver a los demás me ha abierto los ojos para valorar lo que tengo y no hay motivos suficientes para quejarme.

 

¿Satisfacción o resignación? He pensado también que me siento agradecida por muchas cosas porque no me queda de otra… pero como dice mi compadre Maleno: “podría ser peor”: ¿que me pongo muy intensa? Podría ponerme mas intensa. ¿Qué estoy muy gorda? Podría estar más gorda. ¿Qué estoy borracha? Podría estar más borracha…

 

Así es, éstas dos últimas semanas estuve pensando, pero porque no me queda de otra: cuando no tengo lo que quiero filosóficamente reflexiono que a final de cuentas tengo lo que necesito… a ese proceso se le llama vil y cruel resignación.

 
 
la rola de hoy???  ps siiiiiiiiiii
 
 
 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios bienvenidos!