jueves, 19 de abril de 2012

♥♥♥ Perro amor ♥♥♥

Fue en el pasado Jueves Santo. Corrijo: fue en la sa-bro-sa tarde del Jueves Santo que lo conocí… bueno, ya lo había visto en ocasiones anteriores. Cuando me lo presentaron no fue amor a primera vista debo confesarlo, ya que me pareció bastante peludo y desaliñado, pero bastaron solo cinco minutos a su lado para que me conquistara, desde ese día me gustó mucho. Lo que más me agradó fue que desde el principio nos la llevamos muy bien, además es en extremo cariñoso y eso me hizo caer redondita.

Es Gregorio, el 'roomy' de un muy querido cuate. Gregorio llegó a su depa por un hermoso acto de bondad: paseaba sus cinco kilos con quinientos gramos sobre cuatro flacas patitas en la inclemencia de las calles, en medio del polvo, el sol y el peligro de los coches. Supongo que con sus ojitos brillantes y moviendo la colita fue como cautivó a su dueño, al grado tal de llevárselo a vivir con él y pagar su manutención de por vida: así es, decidió tenerlo de por vida, en la salud y en la enfermedad, en lo próspero y en lo adverso y viviendo en el patio hasta que la muerte los separe.

Y es que es casi imposible no amarlo: es callado, muy pero muy cariñoso, es limpio, simpático y tiene unos hermosos ojitos pizpiretos que cada vez que miran se refleja todo su amor incondicional mientras mueve la cola, le encanta besar y pararse en dos patas para saludar en cuanto se le acercan. Es muy juguetón y brinca de gusto cada vez que le llaman cariñosamente “Goyo”.


Recordé mucho a mi amiga  Ere Real, quien es un ángel enviado del cielo porque se preocupa, y se ocupa del bienestar de los animales. ♥ saludos Ere!!!


Goyo es un perrito de raza “corriente” cruzado con “de la calle”, muy parecido a un schnauzer, pero sin los característicos bigototes ni las cejotas, es de un áspero pelo color miel con mechas canosas que lo hacen ver como recién salido de hacerse “rayitos” en una estética. Tiene un temperamento alerta y es muy amistoso. Creo que no me cansaré de hablar de lo amistoso y amoroso que es, ya que por ese motivo se ganó mi corazón.

Su dueño me pidió cuidarlo mientras salía de vacaciones… la verdad es que yo le pedí al dueño quedarme con él. Cuando su dueño me dijo que sí, gustosamente abracé a Goyo, lo subí al coche y lo amarré con la correa para evitar un accidente si se le ocurría demostrarme su cariño mientras iba manejando.

En cuanto llegó mi casa salió al patio y corrió como loco. Cuando mi hija le habló la siguió y jugó con ella hasta el cansancio…hasta el cansancio de mi hija, ya que Goyo es un cachorro con mucha energía, y lo pude apreciar porque cuando mi hija se sentó, Goyo todavía tenía cuerda para rato.
Nos enterneció tanto que le permitimos dormir en el interior de la casa, solo por esa noche, y por la noche siguiente, y por la que sigue y por la otra y la otra…ok, reconozco que soy demasiado consentidora y lo dejé dormir hasta en mi cama.

Nos gustaba mucho sacarlo a pasear al parque. Bueno, a decir verdad él nos saco a pasear a nosotras, ya que íbamos para donde Goyo nos llevaba.



Su amor es incondicional: cuando yo llegaba de trabajar  se emocionaba todo y brincaba de gusto, nunca me hizo un desaire, al contrario, lo regañe un par de veces por morderme (fue por la emoción de verme, no porque quisiera atacarme), y obedeció sin guardarme rencor. Siempre estuvo de humor para besarme las manos con su húmeda y áspera lengüita. Lo único que humildemente pedía a cambio era comida, agua fresca y alojamiento, nunca me pidió alguna otra cosa, inclusive pudo haberme recriminado que el tiempo que pasé con él era poco, ya que tenía que irme a trabajar y le dedicaba solamente un rato para jugar.

Caí enamorada de ese tiernecito saco de pelos, y alguien me cuestionó acerca del por qué de ese enamoramiento. Lo pensé detenidamente y la respuesta es que lo amo porque me ama, eso es todo. Me gustaba estar con él porque el amor que recibo de su parte es incondicional, y yo procuré retribuirlo con otra dosis de amor, caricias, juegos, palabras dulces, croquetas Pedigree y bocaditos Dog Chow.

Como un animal no racional que se posiciona peldaños debajo de nosotros en la escala evolutiva, su comportamiento no es perfecto e implica tener paciencia para con sus expresiones efusivas de cariño y sus expresiones fisiológicas también. Tenerlo implica un costo: sabía de antemano que debía barrer pelos y limpiar las cosas que me dejara en el jardín. Pero a cambio de su cariño estuve completamente dispuesta a soportarlo… así como en algún momento soporté calcetines sucios fuera del cesto de la ropa, tapadera del baño levantada, cabellos tapando la coladera y el tubo de la pasta de dientes apretado cerca de la boquilla y no desde abajo, y otras cosas nada agradables… finalmente el cariño tiene un costo: una dosis de tolerancia para con el ser amado, sea un Animal Irracional como un perro, o sea un Animal Racional como una 'Vaca'.

Literalmente me enamoré de Goyo, mencionaba su nombre a cada rato y suspiraba cada vez que me acordaba de sus ojitos. Quería quedármelo y ya me imaginaba llevándolo al veterinario para sus vacunas, con el homeópata (es que todavía no levanta la patita al orinar, jejeje), al corte de uñas y lavado de dientes, sintonizar Animal Planet para ver los capítulos del “Encantador de Perros”, y comprarle su casita para que pasara la noche en el patio.



El sábado anterior Goyo tuvo que irse, porque Goyo no es mío, Goyo tiene dueño, pero mi corazón se fue con él. Me siento triste porque Goyo ya no está, y debo comprender que lo amé, lo dejé libre, y no regresará porque no es mío. Me doy cuenta que estoy siendo tremendamente egoísta por desear poseer a Goyo, y la razón por la que deseo tenerlo es porque me hace sentir bien cuando estamos juntos, porque con sus jueguitos y sus atenciones me demuestra que me quiere de manera incondicional, y eso me gusta muchísimo.  Yo sabía que al llegar del trabajo estaría ahí, esperándome con mucho gusto, yo sabía que al hablarle acudiría a mi desinteresadamente, yo sabía que no le daría pena que me vieran acompañandolo si salíamos juntos de paseo,  y sabía también que no tendría que rogarle que permaneciera a mi lado.

Goyo se fue y “Mi La Re Sol” me sugirió adoptar un cachorrito para llenar ese espacio vacío… pero no es lo mismo. Goyo se ganó mi corazón, confieso que nunca quise tener un perro como mascota, pero amo a Goyo. Pensando en que los perros se parecen a sus dueños, sé que en caso de decidirme a adoptar uno será difícil encontrar un perro geniudo, desaliñado, neurótico, incongruente  y que le guste el vino blanco liebfraumilch.



Morde y Toso, Toso de cachorrito, porque era un animalote

En casa de mis papás tienen un perro, solían ser dos, pero uno decidió ser robado, y es que era tan juguetón y despistado, que seguramente un día se equivocó de dueño. Su nombre era Toso, no le pusieron Toso por latoso, sino por apestoso, y es que a parte de su aroma a perro, se tiraba unos hediondos gases que aniquilaban a cualquier ser vivo a la redonda… una vez se le salió tremenda flatulencia que hasta tuvo que huir de su propio olor. A pesar de no ser tan sucio era un poco bruto para eso de la limpieza, no le molestaba hacer un regadero al comer como desesperado, ni vomitar el piso por tener el estómago lleno, y mucho menos tragarse lo que recién había vomitado.

El Morde

El otro perro, Morde, aún lo conservamos, y él tiene características de todos los miembros de la familia: es geniudo como todos nosotros, es juguetón como mi hija, padece gastritis y reflujo como mi mamá, le encanta el chocolate, como a mi papá, le gusta mucho la cerveza, como a mi hermano, es muy simple y alegre como mi hermana mediana, y de vez en cuando hace desplantes y berrinchitos, igualitos a los que hace mi hermana la más chica. En repetidas ocasiones se escapó de casa y volvió, todo madreado, casi ciego de un ojo y con la cola entre las patas… así es, definitivamente el Morde tiene algo de cada uno.
Goyo no es muy diferente al Morde o al Toso, es cariñoso, amoroso, juguetón, desinteresado, fiel, atento y muy listo…¿será que los perros se parecen a su dueño?  De ser así, me hace falta conocer más de cerca al Dunga.

Amo esta foto, gracias al dueño que no me la compartió, pero se la robé, jejejeje.

Como mascotas yo solo tuve gatos negros, y se llamaban: Angst, Lucia Fernanda, a quien de cariño le decía “lucifer”, y Simón Atanasio, y de cariño le decía “satanás”, los dos anteriores tuvieron un gato al que le puse “Leviatán”. También tuve una serpiente, una boa constictor que se llamaba Ishtar. Si, ya lo sé, reconozco que estaba loca. (¿estaba?).
Ahora no busco tener gatos, ya me gustan los perros…será que estoy cambiando??

¿Será que los perros se parecen a su dueño?, ¿o que los dueños se parecen a sus perros? Goyo no se parece a mi en nada, el es demasiado dulce y yo soy tremendamente amarga. 
Por eso Dios mio, te pido parecerme a Goyo, te pido que me des las virtudes que me permitan ser como él, quien de manera desinteresada se dedicó religiosamente a hacerme feliz durante una semana, dame lo que me permita consagrarme sin condiciones a mis seres amados: a mis padres, a mis hermanos, a mi hija y al individuo que decida permanecer a mi lado.  (Quien seguramente estará mal de la cabeza por el simple hecho de animarse a andar conmigo).
He pensado mucho acerca de una idea: que las personas “humanizamos” a los animales. Es decir, les atribuimos sentimientos humanos, porque realmente no sabemos lo que sienten, creen o piensan. Yo creo que Goyo me quería…¿Quién me lo asegura? nadie, solo lo deduje por la manera en la que me trató… o será como dicen los “psicolocos”: ¿me estaré “proyectando” en Goyo?, ¿será que tengo la necesidad de querer a alguien y darle mi cariño? … ¿o será que tengo la necesidad de permitirme sentir el cariño que alguien me da?, como sea, el hecho es que lo extraño y difícilmente otro animal va a cubrir este hueco, bueno, eso creo yo.

La rola de hoy: who let the dogs out?? Jajaja nel. La rola de hoy la canté con mucha emoción hace algún tiempo pensando en alguien que quiero mucho, que quisiera ver mas seguido y que me inspira estar en sus brazos mientras le susurro al oído que le he extrañado tremendamente: gracias por todo lo que me has dado ;).

5 comentarios:

  1. Yo tengo 2 perritas adoptadasysi me kieren y yo las kiero pero mi marido esta locamente enamorado de ellas, creo q hasta mas q de mi! En las mañanas lo primero q hace es levantarse a abrirles para q salgan a hacer sus necesidades y darles de comer y a mi ni los buenos dias me da, creo q hasta se le olvida q estoy ahi! Pero si es bonito tener un perrito q te mueva la cola cuando legas de trabajar, almenos alguien en casa se alegra de verte! jajaja!

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  2. discierno en lo absoluto contigo no se humaniza el animal,refiriendonos en este caso a la relacion perro-humano, ya que siendo honestos el humano es quien se humaniza y el perro quien se animala al relacionarse con nuestra raza...
    ademas te falto agregar que mi perro tiene dignidad, y no permite que le arrojen la comida cual mendigo medieval, y que si le gritas muy fuerte te aplica la ley del hielo, asi como si lo juzgas tambien te ignora entre otras cuestiones que tal vez a este publico le han de ser irrelevantes.

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    1. y si, no se le puede aventar comida al morde, a parte a ultimas fechas ya no hay que matarsela, jajaja, es lindo tu perro, por eso lo quiero mucho.

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  3. Que lastima que goyo no se quedo contigo :(, yo soy feliz con mis hijitos (choco y checho), pero el legado que te dejo es invaluable!!!! Pao

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