A falta de inspiración…examen de conciencia.

La semana pasada escribí acerca de la Mujer, esa maravilla incomprensible hasta para nosotras las mujeres. Para esta semana estuve tentada a escribir acerca de los hombres, pero me di cuenta que no los conozco lo suficiente como para discutir sobre ellos. A parte, cualquier cosa que yo diga será expresada desde la perspectiva femenina y eso sería completamente imparcial e injusto. Además, las opiniones que exprese estarán completamente influenciadas por las experiencias vividas con los dos pelmazos que tuve por novios: Vaca 1 y Vaca 2.

Entablé conversación con mi amigo Hazael “El Caifán” Viveros, por el ‘feisbuc’ y me dí cuenta que el tema es mucho muy extenso, y por cierto quedaron pendientes las cheves que nos tenemos que tomar en vivo, frente a frente para filosofar con mas gusto, porque desafortunadamente los zapes por el ‘feis’ no los vas a sentir. (es broma Caifas, tu sabes que te aprecio).

El caso es que ese post desató polémica y críticas (y eso que solo escribí una décima parte de todo lo que se me ocurrió), así que me daré a la tarea de recopilar opiniones, experiencias y desatinos de mis amigos hombres para algún día, poder compartirlo con el público que amablemente me lee cada jueves.

Amigos Gays: sus valiosas opiniones quedarán pendientes para la publicación de un post posterior, y es que sencillamente me parece injusto incluir sus ideas  porque ustedes, no son de aquí ni son de allá…con todo respeto.

El hecho es que con todo lo anterior me ha costado trabajo concentrarme para escribir, simplemente la inspiración no llega, aunque toda la semana estuve pensando en mi Muso, me pasó como a Serrat cuando dijo en su canción: “-busqué mirando al cielo inspiración, y me quede colgado en las alturas, por cierto, al techo no le iría nada mal una mano de pintura”

Filosofando me di cuenta que a mi casa no le falta pintura, pero si le faltan muchas cosas que he dejado pendientes por andar de paseo los fines de semana, y es que ni siquiera estoy en mi casa, me la paso en casa de mi mamá  y es porque ella sí tiene comida, cable, internet, y una caja recién comprada de Liebfraulmiclh rheinhessen.

Madre, te quiero mucho!!!!

Precisamente el Liebfraulmilch, con sus escasos y sabrosos 4°,  me puso a reflexionar acerca de las últimas semanas de mi vida, y recordé que hace muchos años, en los días previos a la semana santa,  iba a los “ejercicios de encierro para señoritas en peligro moral”  al Santuario de Guadalupe, para un reencuentro conmigo y con las mismas chicas de cada año, quienes por cierto ya no eran señoritas.

Es común que en esta ciudad tan “mocha” como es León Guanajuato, (donde la vida no vale nada y la virginidad se cotiza un chingo), durante la temporada de cuaresma se vean los templos llenos de gente (no me digan en Miércoles de Ceniza) y disminuya el consumo de refrescos. Y es que hay muchos que prometen no tomar coca en la cuaresma, no tener relaciones sexuales, no consumir comida chatarra, ir cada domingo a misa y otras absurdas cuestiones que creen que los llevarán a ganarse el cielo. Total que la gente participa en los famosos cuaresmales, encierros, apostolados y otras formas aburridas de perder el tiempo, con el propósito de enmendar todos los pecados cometidos durante el último año. Como si eso compensara los males hechos!,  por eso creo que sería mas conveniente para todos ser humildes, castos, generosos, pacientes, caritativos y diligentes durante todo el año, eso, les aseguro, nos traería una inmensa paz a la tierra…

¿¿Y yo por que iba al “retiro espiritual”?? pues, déjame comentarte que llegó una época en mi vida en la cual me pregunté acerca de la verdad universal, de la religión verdadera y del camino a la iluminación… bueno, la neta es que a los 14 años era un desmadre en la prepa y por recomendación de la psicóloga en turno (quien era promotora del retiro y fanática religiosa consumada)  me inscribí en ese rollo para salvar mi alma, y ganarme unos puntos extra en la materia de “desarrollo humano”, la cual por cierto no tenía valor curricular pero la UG decidió incluirla en el plan de estudios para darles chamba a los egresados de la Facultad de Psicología.

¿¿Y por que iba cada año?? Solo fui dos años, ja! nomás dos, hasta que comprendí que esas cosas son un aliciente cuando no se tiene algo mejor que hacer. Ya después descubriríamos mi ex novio y yo que había otras cosas mas divertidas para entretenerse en vez de ir a misa.  (Años después me arrepentiría por eso.)

Tengo que pedir perdón públicamente por haber arrastrado al retiro a mis amigas Dany Catiel y Fede Hernández,  me sentía insegura de andar en esos rollos y quería ir con acompañante porque nos acomodan de dos por cuarto, sé que me perdonarán chicas ;) a parte eran dos camas por cuarto y no quería arriesgarme a pasarla con alguien de quien desconociera sus inclinaciones sexuales. Por esa razón decidí invitar a mis heterosexuales y castas amigas.

con Danny en el retiro, cuando todavía eramos señoritas!! Gracias Danny, por la foto
 

La dinámica de los retiros espirituales varía de acuerdo al enfoque, he participado en varios, pero éste del Santuario en particular, me abrió los ojos sobre lo aburrida que es la vida cuando una se la vive portándose bien. Aunque  sin lugar a dudas, esta vida es kamática, y si acaso me he divertido bastante, también he tenido que pagar por las consecuencias de mis actos, razono que sea positivo o negativo todos tenemos lo que nos merecemos. Y si he decidido disfrutar es porque también he decidido enfrentar los resultados: remordimiento, corazón roto, cruda moral,  arrepentimiento, desasosiego, alteración de los nervios, y casi perder el ojo derecho…casi nada. En fin, es parte del show, porque lo bailado, nadie me lo quita y el gusto de haber comida pizza, tampoco!

                                        

Reconozco que los retiros espirituales son diferentes a encerrarse en un Ashram donde la política y disciplina son más estrictas, y si tienes dudas, vuelve a leer mi post “ya ai gurú dei va ohm” que está por el mes de enero.

Afortunadamente en este retiro espiritual no nos la pasábamos rezando: teníamos que acudir a sesiones de pláticas de lavado de cerebros, perdón, a sesiones de estudio sobre las consecuencias de nuestros gravísimos pecados, como la desobediencia, la indiscreción, la rebeldía, la gula y la masturbación, la cual, de acuerdo a las estadísticas es reconocida como práctica habitual por el 5% de las mujeres, y de acuerdo a otra estadística muy certera, el 94% de las mujeres son unas mentirosas consumadas. Reconozco humildemente que estoy en el 1% restante.

Otras actividades del “campo de exterminio”… si, así es, del campo de “exterminio del libre albedrío”, es convencernos de la existencia de un ser invisible, todopoderoso, castigador y vengativo que se llama Dios, lo cual no me fue difícil de creer ya que de acuerdo a lo que opina la gente que me rodea estoy acostumbrada a hacerme “como que la virgen me habla”.

Lo que me gustaba mucho del retiro espiritual era la comida: sabrosa y abundante, de hecho hasta podría jurar que algo le ponían porque era riquísimamente adictiva, preparada por las manos de tres sacrosantas monjas.

Lo que no me gustaba era que oscureciera, porque el área de retiros está cerca de la torre del campanario, y de un laberinto de pasajes que conducían hacia los lugares mas recónditos del santuario, con escenarios propios de las películas de “terror en el monasterio partes i, ii, iii y iiii (cuatro, es que no se números romanos)”. No soy miedosa, tengo alma de exploradora, pero una vez que me perdí por andar de curiosa (nah, fue por escaparme del rosario de las 7 de la noche), me extravié en un lugar que me llevó a una habitación empolvada donde guardan las imágenes y santos de yeso que están rotos y desgastados. En ese lugar lleno de telarañas y moho supe que tenía que haberme portado bien, porque al faltar iluminación casi juraba que las imágenes de los retablos me veían con ojos penetrantes, podía asegurar que las partes rotas de las estatuas mutiladas que antes estuvieron en un altar, se movían y me increpaban acerca de los pecados que había cometido antes de llegar al retiro. Seguí caminando entre la penumbra, con miedo cada vez mas creciente, hasta llegar a un pasillo oscuro donde escurría agua de las paredes y tenía un olor extraño, como a amoniaco, hice ruido al pisar una tabla podrida de las escaleras y escuché el aletear de los pajarillos… pajarillos a esta hora??? Eran murciélagos!!! Dios, que miedo!! prometo portarme bien!!!  Y es que en ese momento, en cuestión de milésimas de segundo, mientras corría como loca y gritaba como poseída,  recordé que esos ‘roedores alados’ son transmisores de mortales enfermedades, incluida la rabia, así que me imaginé que al ser mordida por una de esas feroces bestias, no sería convertida en una cachonda vampira, sino que seguramente moriría encerrada en una habitación lúgubre delirando de locura como Edgar Allan Poe en los últimos días de su vida.

En el pecado llevo la penitencia: me extravié y casi muero de un paro cardiaco al andar donde no me llaman. En el pecado llevo la penitencia: me la he pasado pecando de gula en los últimos años y 15 kilos extra no mienten. En el pecado llevo la penitencia: tarjeta de crédito, vacaciones, luego tengo que pagar… ja! mejor aquí le paro, luego no vayas a pensar mal de mi.

Que otras cosas hice en el retiro?? Bueno, a parte de comer y de dormirme en las sesiones de estudio solo me la pasaba añorando que sería mas divertido irme a la playa para semana santa…si lo mismo no se le ocurriera a la demás gente, ya que dicho sea de paso, las playas durante la semana santa están hastalaputamadre.

Algo que aprendí, pero fuera del retiro: Dios perdona, Dios es bueno, Dios es amor. Ok Dios, se que perdonaras por los pecados que cometí antes de llegar aquí, te prometo que ahora sí me portaré bien para el año que entra

Ahora, a mis veintidiez años descubrí la razón por la cual en el retiro nos insistían tanto en mantener nuestra virginidad hasta el matrimonio, odiar a los hombres, evitar situaciones que conducen al manoseo y posteriormente al sexo, salir a los antros,  y todas esas cosas que trauman: y es porque vivimos en León, una ciudad muy “mocha” donde la sociedad es educada para rechazar a las mujeres que no encajan con la imagen de virtud que se espera de nosotras.  León a final de cuentas es un rancho, con actitud muy “mocha”, lleno de gente “mocha” y de prejuicios insanos “mochos” que solo sirven para traumar gente, herir a muchos otros y destruir ilusiones e iniciativas, lo bueno es que con la venida del Papa se arreglarán muchas de esas injusticias… (si claro, como no) pero ese es tema para otro post. Así es: la venida del Papa… no seas mal pensado, me refiero a la próxima visita del Papa a tierras guanajuatenses.

Moraleja: a final de cuentas he ido en busca de la iluminación cientos de veces, y lo único que he descubierto es que la iluminación la tengo en mi interior, de mi depende encender la luz y brillar.

La rola de hoy: sí, adivinaste, shine on ME, crazy diamond de Pink Floyd.